miércoles, 11 de abril de 2012

Volkgeist

La palabra “nación” proviene del latín “natio”, derivado de “nasci”, que significa nacer. Puede aplicarse al conjunto de personas que nacen en un mismo sitio, que poseen unas tendencias fenotípicas o comparten una determinada cultura. A este respecto me viene a la cabeza el concepto de Volkgeist, o espíritu de la nación. Esta idea del Volksgeist nace con el prerromanticismo alemán de Gottlieb Fichte y Johann Gottfried Herder. Frente al cosmopolitismo racional y globalizador de los herederos de la ilustración, Herder defiende la existencia de naciones independientes y diferenciadas, con particularidades y rasgos constitutivos étnicos, culturales y psíquicos, que por lo tanto son meta-históricos, anteriores y superiores a las personas que forman la nación en un momento determinado.

“La idea del Volksgeist de Herder fue posteriormente adoptada por el movimiento romántico, en especial por los hermanos Friedrich Wilhelm von Schlegel, quienes adaptaron esta idea al estudio de las lenguas, la literatura y el arte. Como resultado, los hermanos Schlegel negaron la existencia de unas normas artísticas y literarias universales, como defendía el Neoclasicismo, y dieron importancia a aquellos géneros y elementos en los que, según su punto de vista, se observaba con mayor claridad el espíritu propio de cada nación. A ellos se debe, por ejemplo, la revalorización de la épica medieval, así como del teatro de Shakespeare o Calderón de la Barca, rechazados durante el siglo anterior por no atenerse a las normas aristotélicas...”

Los teósofos hablaban de los Manus de la Raza, guías suprahumanos y preexistentes que representan a la psique colectiva de ciertos pueblos. Pero también existe la posibilidad de que ese espíritu nacional sea una suerte de egrégor que se convierte en algo más que la suma de las mentes que lo componen, un campo mórfico de las sociedades humanas.

Puede que el volkgeist sea creación del hombre o puede que sea una raíz preexistente, una herencia… en cualquier caso es algo que ha adquirido autonomía y es una fuerza ligada a la antigua comunión de la sangre.

Siendo esto así, ¿pueden surgir nuevas naciones, no ligadas a un área geográfica determinada sino a una nueva cultura o sistema cognitivo? ¿Puede formarse un nuevo Volkgeist que dote de poder suprapersonal a su gente? O tal vez sea una especie de Campo Mórfico que se forma como una onda solitónica y al resonar genera una respuesta en la psique de ciertas individualidades?

¿Puede uno apelar a un tipo de patria ( hogar de tus ancestros ) que no sea de este mundo cuyo suelo fértil sean determinadas particularidades psíquicas? Tal vez esas naciones no naturales ya existan o tal vez puedan surgir nuevas. Muy probablemente el telurismo juegue aquí un factor importante, de modo que la geografía y la herencia racial siguen sirviendo para indicar una genealogía, pues sangre y psique van unidas.

Pero la epigenética nos habla de que la cultura, el ethos, el geist, condiciona la estructura del organismo en un sentido profundo. ¿Podemos entonces hablar de naciones basadas principalmente en una cultura, un Ethos…?

Esto puede parecer una disquisición un poco alejada de la vida cotidiana, pero no es así. Cualquier mutación de naturaleza aeónica precisa de un vehículo de expresión emocional, mental, etérico y sanguíneo. Incluso cualquier mutación de menor escala tiene que tener en cuenta los aspectos alquímicos del Nacer. _..--._.-.__.--_._-._._.-_._._---_.-_.--.__..-_._.-.-_._- la raíz psíquica del caudal de sangre que ha atravesado incontables evos hasta llegar a conformar el rostro que ahora mira esta pantalla…