“...Sin ambages y sin arbitrariedades, sostengo que lo que los germanos en tiempos paganos adoraron como morada de los dioses, Asgard, fue alabado en
“...Como Lucifer, Heracles era rebelde: quiso ser igual al Altísimo. También era comprensivo: con comprensión padeció ( pathos )y se sobrepuso a la ley fatal que en este mundo se cumple y ordena. De esta manera llegó a ser olímpico. Heracles llegó al Vellocino de Oro en la isla del Sol Aea. Los hombres de
¿Halla Heracles el Grial, la piedra de la luz? ¿Era él un Parzival heleno? Creo que sí. Wolfram von Eschenbach piensa que "Heraklius conoció la piedra". Por lo tanto, Heracles también sabía de aquella Piedra desprendida de la corona de Lucifer, la cual se llama Graal.
En una antigua poesía francesa, el objetivo final, hacia el cual el caballero buscador del Grial exitosamente se empeña, es el Olimpo. Heracles ingresó, sostengo yo, al círculo del Grial, y Parzival se sentó a la mesa olímpica de los dioses para que se le diera néctar y Ambrosía...”