martes, 24 de abril de 2012

Jano


Más de una vez, entre practicantes de esgrima (con cierta tendencia psicoactiva), hemos hablado sobre las extrañas sensaciones que se experimentan a lo largo de algunas sesiones de prácticas en las que el estado de atención ha sido inusualmente intenso. Tras largo rato de fintas, quites, arrestos, tajos y estocadas, la atención, como si se calentara por la fricción, parece volverse “gaseosa”. Durante unos instantes es como si vieras los acontecimientos con una mirada distinta, situada a otra altura. Se parece mucho a los flashes del déjà vu, en los que por un momento “recuerdas” cual será el siguiente movimiento, tanto tuyo como del contrincante.
Es como un simulflujo. Se produce la situación en la que la atención integra al mismo tiempo la percepción de los movimientos y estímulos sensoriales en el espacio externo y las impresiones y formulación de decisiones ( voluntad inmediata ) en el espacio interno. De pronto, como si ambos flujos se proyectaran en una pantalla, percibes un cuadro de acontecimientos y, entiendo, que logras reducir el desfase entre estímulo, percepción, decisión y acción. En cierto modo, se amalgaman  la decisión interna y la percepción externa.
Esto, que se da espontáneamente en ejercicios que requieren una atención rápida y a la vez previsora ( táctica o estratégica…con una determinada intención) y que implique movimiento, puede tratar de reproducirse deliberadamente.
No lo tengo del todo formulado, ni mucho menos puedo provocarlo siempre, pero sí creo que puede entrenarse…
Tengo entendido que uno de los resultados de “jugar” al Chi Sau, es alcanzar, precisamente esta sensibilidad y estos reflejos que disparan la toma de decisiones casi simultánea a la comprensión de la realidad externa…
La idea base es la de llevar un estado de conciencia Jano ( es decir, que mire hacia los dos lugares simultáneamente proyectando la solución  en un mismo lienzo), a desarrollarse en el espacio: movimiento que requiera mucha atención como hacer malabares, por ejemplo. Jano + movimiento.
Se me ocurre que debe ser similar a los ritmos binaurales, en los que de dos frecuencias, surge una tercera con cualidades psicoactivas…