Hélico y el cuervo Psytrick
estaban hablando en un amplio claro del bosque aún sumido en las brumas del
crepúsculo.
-
…Así
que eras amigo del viejo Bardo. ¿Cómo era?- preguntó Hélico
-
Tu
también le conociste…¿De verdad que no te acuerdas? Pues tu hermano parece que
recuerda perfectamente las vidas de sus anteriores versiones.- graznó el pájaro
Hélico negó con la cabeza y
añadió:
-
El
Corintio siempre ha sido muy presumido, Psytrick. No creas todo lo que dice…
El cuervo rió para sus adentros.
-
Bueno
Hélico, me preguntabas por el viejo Tal. Su gente no diría que “era” así o asá,
pues en sus sociedades existía la noción fundamental del continuo Devenir. El
Hombre no Es, sino que Deviene, al igual que el Cosmos no Es sino que Deviene.
Hélico apoyó su espalda en el
tronco del enorme roble y cruzó sus brazos frente al pecho adoptando un aire
reflexivo.
-
Devenir…eso
suscita la idea de Movimiento.- dijo
El cuervo asintió con su afilada
cabeza.
-
¿Y
la espiral que grabó en aquella enorme roca?- siguió preguntando Hélico
-
Como
puedes imaginar, tras la visión distorsionada del denominado “panteón céltico” que manejan los historiadores mundanos, se insinúan el tipo de entidades
primordiales e inefables que solamente pueden representarse mediante símbolos…
- Entiendo que
no te estás refiriendo a Sidhes y Tuathas... - Hélico pasó sus manos sobre la hierba húmeda de
rocío matutino.
El cuervo revoloteó hasta alcanzar
una de las ramas bajas del árbol desde donde se podía ver mejor la espiral
grabada en la roca.
-
No estoy hablando de las "razas antiguas" sino de los Empíreos...- graznó entonces- ...Sus
Fuerzas brotan desde la acausalidad para incubar posibles “Realidades”. Actúan
a modo de incubadores de Huevos Cósmicos y concentran su calor en el punto
convergente del microcosmos.
-
Mmm,
“posibilidades encapsuladas”. Eso me
recuerda al Huevo de la Serpiente. Clio
me enseñó su colección de Betilos…
-
Ah
si, el Huevo de la Serpiente …el
inicio de un ciclo, que al mismo tiempo es el fin del que le precede; lo que
expresa a la perfección la idea pitagórica de la espiral Áurea…- sonrió el
Cuervo.
-
El
Huevo de la Serpiente
es la Vida , pero
es también la Muerte.
¿Tal vez de la tensión entre los dos extremos surja la Conciencia , la Voluntad ?
El cuervo asintió desde lo alto de
la rama y abrió su pico dispuesto a seguir conversando.
-
Tal
vez se trate de la famosa desviación tonal de la “Quinta del Lobo” cósmica…Por lo que hace a la polaridad, y
volviendo a los celtas, se decía que cuando la Maza del dios Dagda golpeaba por un extremo mataba
y cuando lo hacía por el otro, resucitaba. Todo dependía de su voluntad y
conciencia.
Hélico se puso en pié para estar a
la misma altura que el cuervo.
-
¿Se
tenía a Dagda por uno de los buenos dioses?- preguntó
El cuervo negó con la cabeza
-
No
sería apropiado de hablar de bondad o maldad "per se" en el pensamiento céltico, lo cual hace que no exista el
concepto del pecado en el sentido judeocristiano. Sólo hay error o falta cuando
un individuo se revela incapaz de
cumplir con su Areté o cuando equivoca su camino a la hora de conseguir un
objetivo que se ha propuesto. Esta falta, tiene que ver con una cuestión de
Poder, no de trasgresión de unas normas.
Hélico se desperezó, dio un salto
y permaneció suspendido un momento en el aire antes de aterrizar flexionando
las piernas
-
Espera
Psytrick, que ahora recuerdo una cosa que leí en Pomona hace tiempo. A ver si
lo digo bien: “En la amalgama de las polaridades contrapuestas, el símbolo de
la espiral se convierte en un Vórtex que
se desarrolla y se enrolla pero cuyo núcleo central ha devenido persistente en
su navegar por el infinito…”
El cuervo soltó un fuerte
graznido.
-
¡Bien!,
veo que todavía te queda algo de memoria. No se quien escribió eso que has
dicho, pero suena bien. – Psytrick desplegó sus negras alas y voló a toda
velocidad hasta la enorme roca donde estaba grabada la espiral
Hélico corrió dando potentes
zancadas sobre la hierba húmeda para seguir a su amigo volador.
…El cuervo observaba detenidamente
el surco espiralado. Hélico llegó enseguida y, suavemente y con reverencia, recorrió el dibujo con la punta de su dedo índice. De pronto un sonido
misterioso y profundo salió de la roca.
- ¿¡Has oído eso?!- dijo Hélico
Psytrick graznó “¡Gutuather!”