# Cuando contemplamos una Obra de Arte, algo de lo observado se
reproduce en nuestro interior. La plasticidad imaginativa de nuestra mente
reproduce el objeto artístico, con las
correspondientes características anímicas que este suscita al
interactuar con nuestro bagaje psíquico. La belleza y encanto de
esta experiencia surgen, como realidad emergente, de la interacción
entre el sujeto y el objeto.
Ahora bien, también existen casos especiales en los que ciertas
obras de arte pueden, a su vez, extraer y captar en su interior algo
de la atención anímica de los espectadores...
# A priori solamente hay una nebulosa probabilística y un código
simiente; una firma cristalográfica que tan solo podrá cobrar vida
como Self mediante procesos de precipitado en la vida vivida. Por
esto puede hacerse una comparación con una estructura cristalina,
presente en una disolución como semilla, que se desarrollará,
exclusivamente, a condición de que se lleve a cabo un proceso
volitivo, premeditado y metódico de cristalización.
Esto implica que no basta con conocer esta posibilidad como
abstracción o como imaginación, sino que se desarrollará en la
medida en que sea vivida en las experiencias del día a día, pues la
conducta ( ἦθος - carácter, conducta, costumbre /
temperamento, carácter, modo de ser de un individuo) y el Self se
necesitan mutuamente.
# Tenemos un impulso espiritual que fecunda la psique. Luego, en la psique surge una "imagen", una estructura vectorial de líneas de
fuerza. Finalmente, mediante la voluntad, la imagen es realizada.
Gracias a las inspiraciones trascendentes de los reinos superiores y a las enseñanzas de quienes nos precedieron en el camino, podemos
conectar con esos impulsos espirituales de modo que se forme en
nuestra psique una imagen verídica y trascendente, en tanto que guía
que nos permite avanzar. Esta imago contiene en sí misma la fuerza
para llegar hasta un cierto punto. Con frecuencia, no obstante,
debido a la inherente dificultad de actualizar lo sublime, y a las
posibles propias carencias de nuestra voluntad, tan solo una fracción
de la imago, del impulso espiritual, puede ser manifestada.
¿Qué sucede con aquella parte que se queda "estancada" en
la psique? Lamentablemente, aquello que no logra precipitarse en esta
realidad se convierte en formas idealizadas, distorsionadas e
ilusorias que pueblan el mundo de los espectros...