martes, 20 de septiembre de 2022

2092022

 

Utilizada de la forma adecuada, la Atención actúa como un poderoso catalizador de los más especiales procesos de desarrollo psicosomático.


Un ejemplo son las prácticas de autoconciencia y no identificación: estar atentos a lo que se está experimentando, sintiendo, pensando en un determinado momento. ¿En qué pienso ahora mismo? ¿Cuál es la raíz de este pensamiento? ¿Qué aspecto de mí se está expresando? Proviene de mí o de algún "malware" psíquico?¿Qué sensaciones y emociones está estimulando o suscitando en mí el mundo sensible que me rodea? ¿Qué fuerzas creativas o destructivas emergen desde mi interior? La entidad (1) que está experimentando estos procesos es o no es idéntica a la entidad (2) que los observa con una perspectiva no implicada?...

Ser consciente de que se está prestando atención y saber el Porqué se está prestando atención.


Este tipo de análisis precisa hacerse con una actitud y una Atención "desprendida", sin dejarse arrastrar por las reacciones inconscientes asociadas a determinadas impresiones, sin dejarse poseer por el círculo vicioso de los pensamientos asociativos, sin identificarse con las oleadas anímicas y emocionales que se presentan compitiendo por nuestra Atención y por el control de nuestra Vitalidad...


Si conseguimos desarrollar este tipo de meta-cognición, estaremos creando un aspecto de nosotros mismos capaz de actuar desde una verdadera perspectiva superior; capaz de destilar de cada experiencia la perla secreta de fuerza y conocimiento; estaremos creando algo más poderoso, profundo y resistente, capaz de volar por increíbles parajes arquetípicos.