sábado, 24 de enero de 2009

BALSAN


CAPITULO IX ( Ssma. Trinosofía )

"...A cierta distancia de la orilla un suntuoso palacio eleva­ba en los aires sus columnas de alabastro. Sus diferentes partes se juntaban por pórticos color de fuego. Todo el edificio era de una arquitectura liviana y aérea. Me acerqué a las puertas; sobre el frontis estaba representada una mariposa. Las puertas estaban abiertas... Entré. Todo el palacio consistía en una sola sala... Tres filas de columnas la rodeaban. Cada fila estaba compuesta por veintisiete columnas de alabastro.

En el centro del edificio había una figura de hombre saliendo de una tum­ba; su mano, apoyada sobre una lanza, golpeaba la pie­dra que antes la encerraba. Su cintura estaba ceñida por un ropaje verde en cuyo borde inferior brillaba el oro. So­bre su pecho había una tabla cuadrada sobre la que dis­tinguí algunas letras. Una corona de oro estaba suspendi­da encima de la figura, y ésta parecía elevarse en los aires para asirla. Encima de la corona había una plancha de pie­dra amarilla sobre la que estaban grabados algunos emble­mas. Los interpreté con ayuda de la inscripción que vi sobre la tumba y por la que había visto sobre el pecho del hombre.

Permanecí en esta sala llamada Balsan, el tiempo necesario para contemplar en ella todos sus con­tornos, y salí de allí con la intención de llegar, a través de una vasta llanura, a una torre que distinguí a una distancia bastante grande..."