Traduzco
aquí un escrito de ONA cuyo original completo en inglés puede leerse en:
En muchos de los textos
de ONA se hace referencia a la “Perspectiva Aeónica” y puesto que esta
perspectiva es un elemento importante en la filosofía esotérica y la tradición
oral de la Orden ,
resultará interesante dar alguna explicación.
La expresión
“Perspectiva Aeónica” – también conocida como perspectiva Cósmica- sirve para
describir algo de nuestro pathei-mathos, ciertas experiencias; esto es: para
describir cierto conocimiento que hemos adquirido mediante la combinación de
experiencia práctica, el estudio académico, y el uso de ciertas facultades
Ocultas y habilidades como la empatía esotérica.
Este conocimiento
concierne a varios ámbitos, algunos relacionados con cómo entendemos al ser
humano individual, algunos relacionados con nuestra percepción de los Eones, y
otros con nuestra praxis, nuestro propósito y la efectividad de nuestros
métodos y técnicas tanto exotéricas como esotéricas
Una comprensión y
apreciación de este conocimiento en sus diversos aspectos forma parte de el
aprendizaje de aquellos quienes son parte de nuestra cultura, esto es, de
aquellos que son ONA.
El Individuo
En nuestra filosofía
esotérica el ser humano individual es considerado como un nexo que posee una
doble naturaleza causal y acausal, y está imbuido con una cierta cantidad de
energía acausal, la cual anima la materia física dotándola de vida. En cierto modo,
la psique individual se entiende como la expresión de esta energía
manifestándose naturalmente en nosotros; siendo una praxis esotérica como el
Camino Séptuple – o la
Vía Rounwytha- medios por los cuales podemos racionalmente
comprender y, en cierto modo, controlar esas energías/fuerzas, algunas de las
cuales –exotéricamente hablando- poseen una naturaleza arquetípica.
Además, el nexo que es
el individuo forma parte de la matriz de todos los seres vivos, humanos o no,
de la Naturaleza ,
del Cosmos. Esto es, el individuo está conectado con toda la otredad de la Vida , terrestre o no, aun
cuando esta conexión esté en un estado de latencia durmiente e
infradesarrollada en la mayoría de seres humanos.
Uno de los propósitos de
muchos caminos Ocultos – sean estos Siniestros o Diestros- es hacer que el
individuo sea consciente de esta conexión que ellos mismos son y desarrollarla.
Con esta finalidad han sido diseñadas ciertas técnicas, siendo la Iniciación el principio
de este proceso. Nuestras técnicas para abrir y luego desarrollar este nexo
interior incluyen la aplicación de los Roles Conscientes, la praxis adversarial
del “Niner”, los Ritos de Grado (especialmente el del Adepto Interno y el Rito
de Camlad del Abismo ) y la adquisición de las habilidades necesarias para la
práctica del Canto Esotérico y el Juego de las Estrellas.
En términos esotéricos
esto significa que nosotros, la O 9A,
estamos involucrados en:
(1) Ambos, Wyrd y
Destino. Esto es, el desarrollo de nuestros Iniciados y Adeptos ( su destino )
y el desarrollo del aspecto Aeónico, es decir, la relación del individuo con
esas energías/fuerzas que están más allá de su particularidad y que le
afectarán hasta haber completado con éxito “el Cruzar del Abismo” del cual
deben emerger con Sabiduría: es decir, con un conocimiento, habilidades,
comprensión, experiencia suficiente para permitirles sincronizarse y manifestar
“Wyrd”.
(2) Ambos aspectos, el
siniestro y el “numinoso”, - el siniestramente numinoso. Esto quiere decir el
conocimiento, la experiencia, la comprensión de ambos aspectos, y el
experimentar una vida que involucre la Realidad más allá de esos aparentes opuestos.
En términos prácticos
esto significa que el individuo se perciba a sí mismo como una conexión,
balanceada entre: (1) su propio pasado individual; (2) el pasado de sus propios
ancestros; (3) el pasado de aquello que entendemos como Naturaleza; (4) el
pasado de la Vida Cósmica ;
y entre el presente y los futuros de todas esas emanaciones del Ser. Parte de
esta percepción es aquella que se refiere a la naturaleza de los Eones y como
los mismos individuos son parte de un Eón existente, una presencia de energías
“Wyrdianas” ( NT: a falta de mejor traducción ) que actúan sobre la
tierra.
Esta percepción puede
entonces – y de acuerdo a la verdadera naturaleza y carácter personales-
permitir al individuo elegir una forma de vida que le ayude a su propio
desarrollo personal y le permita presenciar energías acausales capaces de
afectar aquello que es Aeónico. Pudiendo incluirse entre esos modos de vida el
del Adepto Oculto, de la
Rounwytha , el ámbito de los clanes/bandas/tribus, el del
“Niner” adeversarial, el del Balobiano…
Teniendo esto en cuenta,
el individuo comprende las formas causales y la praxis esotérica como un medio
tanto personal como Aeónico. Esto es, un método para ayudar a su propio
desarrollo personal y, asimismo, para participar en el Wyrd, participar en el
cambio, el desarrollo, la evolución de la Vida misma, ambos manifestándose en nuestro hogar
actual, terra firma, y en cualquier lugar del Cosmos.
Ninguna forma causal, o
praxis no-oculta, puede producir cambio Aeónico, aunque esas formas, esa
praxis, pueda ocasionalmente dar como resultado en algunos pocos individuos
cada centuria, mediante pathei-mathos, una cierta consciencia y comprensión la
cual los convierte en seres humanos más avanzados.
O expresado de forma
diferente, los cambios provocados por las formas causales – por guerras,
revoluciones, imperios, naciones, y mediante medios como políticas o reformas
sociales, o por gobiernos…- son transitorios y no afectan, a lo largo de
centurias, a los seres humanos en masa. Los “humanos” son básicamente iguales;
seres bastante primarios, dependientes y cautivos de abstracciones, de sus
emociones, de fuerzas arquetípicas, e incapaces de desarrollar sus facultades
latentes, sin conseguir alcanzar su potencial Cósmico, siendo pocos y caros los
humanos que alcanzan cierta sabiduría.
Esto es por lo que los
grupos Ocultos e Iniciáticos y demás órdenes de nuestro tipo existen, para
manifestar y mantener esa comprensión a lo largo de centurias; para producir y
alentar cambios Aeónicos, para desarrollar y evolucionar seres humanos mediante
las Artes Ocultas del único modo efectivo: desde el interior, esotéricamente,
instilando cambios en su carácter y su naturaleza.
Esta es la razón por la
cual insistimos en el conocimiento personal de primera mano, en el cambio
alquímico interior; en el hecho de que los individuos aprendan de las
experiencias prácticas tanto siniestras como numinosas, tanto exotéricas como
esotéricas. Esto es por lo que nosotros nos organizamos en familias y nexions,
como un colectivo familiar, y como una cultura con su esoterismo y sus
tradiciones orales. En definitiva, es por esto que tenemos una visión a largo
plazo en materias exotéricas y esotérias, puesto que nuestra perspectiva abarca
centurias y Eones.
Una Orden esotérica con
perspectiva Aeónica produce tanto cambios internos como externos de un modo
siniestramente numinoso. Esto es, nosotros no solamente cambiamos a un limitado
número de individuos, personalmente, individualmente, mediante nuestras Artes
Ocultas, a lo largo de grandes periodos de Tiempo causal, sino que también –
porque estamos imbuidos de Wyrd – directamente e indirectamente influenciamos a
otros en una cantidad mucho mayor que la que representa el número de nuestros
iniciados. Esto es así en virtud de nuestra existencia, de nuestro ethos,
nuestros métodos, nuestra filosofía, nuestros mitos, y puede haber gente que,
por ejemplo, adopte y adapte algo de nuestra praxis, algo de nuestras Artes
Ocultas, algo de nuestra filosofía esotérica.
Esto es lo que hace que
una Orden esotérica como la ONA
provoque cambios evolucionarios y siniestramente numinosos en aquellos a los
que alcanza su influencia, sea el caso que ellos lo adviertan o ni siquiera se
den cuenta, o incluso que traten de esconderlo o negárselo a sí mismos y a
otros.
Como escribí en otro
reciente ensayo:
Nosotros crecemos y
hemos crecido lentamente, tal y como corresponde a nuestra perspectiva Aeónica.
Lentamente, mediante contacto personal, conocimiento personal, compromisos de
deber y lealtad basados en nuestro código de honor…Esto implica que somos una
gran, creciente, poco convencional familia, cuyos parientes están dispersos
alrededor de la Tierra ,
y la cual –a diferencia de muchas familias naturales – comparte un propósito
suprapersonal y una cultura.
Naturalmente, como en
todas las familias, a veces hay disputas, a veces el hijo o hija se van de casa
para adoptar otra cultura, o no…Pero en términos generales la familia permanece
unida, en virtud de nuestra cultura, nuestras tradiciones, nuestras prácticas,
nuestras habilidades y facultades Ocultas, nuestros objetivos y metas
esotéricas a largo plazo.
Esta es una razón por la
que mucha de nuestra gente ha permanecido con nosotros, parte de nuestra
familia, por diez, veinte, treinta años o más, y de ahí que lentamente hayamos
crecido asimilando a sus amigos, sus hijos, sus hijas, sus parientes, sus
colegas. Es por esto que hemos reclutado, todavía reclutamos y continuaremos
reclutando, a la vieja usanza.
Anton Long
Orden de los Nueve Ángulos
Orden de los Nueve Ángulos