Traduzco
aquí un extracto del texto que puede encontrarse integro en inglés
en:
http://omega9alpha.wordpress.com/2014/01/23/perusing-the-seven-fold-way-2/
http://omega9alpha.wordpress.com/2014/01/23/perusing-the-seven-fold-way-2/
Dada
la peculiaridad del tema, las particularidades en los giros
del lenguaje usado, etc...es posible que mi traducción tenga alguna
que otra imprecisión o una cadencia extraña al idioma español; por
la cual cosa, vuelvo a remitir al texto original en inglés.
...
“Physis,
El Corpus Hermeticum, Y La Antigua Búsqueda Hermética De La
Inmortalidad
Al
principio del texto Poimandres del Corpus Hermeticum el buscador dice
que desea “aprender lo que es real, comprender la physis de los
seres, y tener el conocimiento de theos”. El buscador es instruido,
más tarde, por el Poimandres, en que por lo que respecta a los
humanos y su physis, “distintos entre todos los otros seres en la
Tierra, los mortales tienen una naturaleza dual; mortales en su
corporeidad pero sin-muerte en su aspecto interior”- y por ello
tienen la oportunidad de convertirse en inmortales.
Referiendose
a la Physis, Myatt destaca en su comentario que, “De acuerdo con el
weltanschauung hermético, como es esbozado en el Poimandres, toda
Physis – el ser, la naturaleza, el carácter, de las criaturas –
su esencia más allá de la forma/apariencia, su Ser es, asume, o es
percibido como representando ( manifestando, siendo un eikon de ) a
theos ( n.t: lo que es divino ). Esto es, la physis de los seres
puede ser considerada no solamente como una emanación de theos, sino
como re-presentando su Ser, su esencia. Para reconocer esto, para
reconocer theos, estar en comunión con theos, para retornar a theos,
y así hacerse inmortal, se presenta una vía de ascenso ( anados ) a
través de las siete esferas.
Preguntado
por el buscador sobre el Anados – la vía hacia la inmortalidad a
través de las siete esferas- Poimandres contesta, más bien en
términos místicos, que:
“Primero,
la disolución del cuerpo físico permite que ese cuerpo sea
transformado, con la apariencia que tenía desapareciendo, y su ahora
inactivo ethos siendo entregado al daimón, con las percepciones del
cuerpo retornando a su origen, siendo luego separadas según su
propósito, trasplantadas, y con el deseo y el ansia viajando hacia
la physis carente de logos.
Y
así, lo mortal se apresura a través de la harmoniosa estructura,
entregando en el primer reino ese vigor que crece y que desaparece, y
– en el segundo reino- esas deshonrosas maquinaciones, ya
inactivas. En el tercer reino, ese afán que engaña, ya sin ninguna
función; en el cuarto, la arrogancia de dar ordenes, ya no más
insaciable; en el quinto, la insolencia profana y la presuntuosa
temeridad; en el sexto, las nocivas inclinaciones ocasionadas por las
riquezas materiales, ya sin función; y en el séptimo reino, las
mentiras acechantes. Y así ellos (nt: los buscadores ) son unidos
con theos. Por lo que ser unido con theos es el noble fin de aquellos
que buscan adquirir conocimiento.”
Este
“llegar a unirse a theos”, sin embargo, no quiere decir que el
mortal se transforme en un dios o llegue a ser un dios viviente ( nt:
tal y como nosotros lo entendemos). En cambio, como Poimandrés ha
dejado claro ( por ejemplo en la sección 26 ) esto implica
trascender , más allá de la muerte mortal, hacia los dos reinos
inmortales que existen más allá de las siete esferas, uno de los
cuales es el de la “naturaleza ogdoádica”, y ambos son descritos
en términos de emanaciones de theos. Siendo de este modo instruido y
habiendo comprendido, el buscador mismo se dirige a preguntar a otros
humanos, “vosotros hombres terrestres, ¿por qué abrazáis la
muerte cuando tenéis los medios para participar de la inmortalidad?”
El
Camino Séptuple Y la Acausalidad
Según el texto del Poimandres, más allá de las siete esferas del anados
está el reino de “la naturaleza ogdoádica” - con sus
particulares fuerzas y poderes- y , más allá de esto, otro reino;
ambos descritos en relación a theos. Sin embargo, como Myatt explica en
su comentario del texto – en referencia a la sección 26 y la
palabra Griega δύναμις – estos reinos son bastante
distintos de las siete esferas:
“...
δύναμις. Esas fuerzas, esos particulares poderes - o, más
exactamente, este tipo ( o esos tipos ) de ser o seres o existencia
– que están no solamente más allá del sistema septenario sino
más allá de la naturaleza ogdoádica de esos mortales que, a causa
de su viaje (ἄνοδος) a través del sistema septenario, han
conseguido la inmortalidad.
De
este modo, es fácil comprender porqué algunos consideraron que
había “nueve” ( siete más dos ) fundamentales emanaciones
cósmicas, o nueve reinos o esferas – la cita de Cicerón – los
siete de la hebdomadría más otro de la “naturaleza ogdoádica”
mencionada antes. Sin embargo, como este texto describe, hay siete
reinos o esferas – un camino séptuple a la inmortalidad, accesible
a los mortales en vida- y luego dos tipos de existencia ( no esferas)
más allá, accesibles solamente después de que los mortales hayan
viajado por ese camino y, habiendo ofrecido ciertas cosas por el
camino ( su ethos mortal), “entregado sus cuerpos a la muerte”.
Ontológicamente, de todos modos, estos siete reinos pueden ser de
algún modo simplísticamente descritos como participando de lo que
es “causal” ( o lo que es mortal ), y los dos tipos de existencia
más allá de las siete como participando de – como seidad- lo
“acausal” ( o lo que es inmortal ). Así el Poimandres viene a
decir que el que fue mortal y ahora es inmortal avanza desde el
primer tipo de existencia “acausal” pasando a ser una de esas
fuerzas ( más allá de la naturaleza ogdoádica ) para, finalmente,
unirse con theos: αὐτοὶ εἰς δυνάμεις ἑαυ τοὺς
παραδιδόασι καὶ δυνάμεις γενόμενοι
ἐν θεῷ γίνονται."
En
Naos, con una descripción del septenario “árbol del destino (
Wyrd)” siendo simbólicamente asociado en el interior de un
doble-tetraedro, se hace eco y mención de estos dos reinos más allá
de las siete esferas:
“Desde
el punto de vista de un iniciado, las siete esferas son vistas
formando un diseño en 3D donde cada esfera está conectada a todas
las otras por dos veces, aunque en una representación física la
naturaleza doble de los caminos de conexión es mostrada solamente
para Luna / Saturno, Venus / Marte y Mercurio / Júpiter. Se
considera que esta estructura en tres dimensiones está enmarcada en
el interior del doble-tetraedro.”
Este
doble-tetraedro simbólico está relacionado con “los nueve
ángulos” y por ello al axioma de la acausalidad y, por lo tanto, a
la dualidad entre lo causal y lo acausal. Y este axioma de la
acausalidad es central para el camino séptuple de O9A pues, como
otro eco que el texto del Poimandres aclara, Naos afirma que “la
meta de la vida sintiente es formar parte de lo acausal ( “inmortal”
desde la perspectiva causal ). La Iniciación, y “los Misterios”
( el camino séptuple ) , son medios para conseguir esto.”
Así,
en la tradición séptuple de la Orden de los Nueve Ángulos, los
reinos más allá de las siete esferas son descritos en términos de
acausalidad, como siendo parte de lo acausal, con el ser mortal -
habiendo cumplido su viaje con éxito a través del camino séptuple
– accediendo a una nueva e inmortal existencia en los reinos ( o
universos ) de lo acausal. Pues, aunque el singular “acausal” y
términos como “reino acausal” son a menudo usados, ya se apunta
en Naos que “generalmente el singular es usado para evitar
complicaciones semánticas, aunque la tradición Septenaria acepta la
cuasi certeza de que muchos de esos universos “acausales” existen
complementarios a “nuestro” universo causal.”
Se
da, por lo tanto, en el camino séptuple, una comprensión de la meta
en términos no de “ser unido a theos” (como se dice en el texto hermético ), sino más bien en términos de
desembocar en los reinos acausales y en una nueva existencia acausal.
Esto es, en lugar de la antigua explicación teológica – de theos,
lo que es divino, y de una “ciencia de las cosas divinas”- O9A
poseé una moderna metafísica, una teoría axiomática, de lo causal
y lo acausal, de “una nueva ciencia sobre diferentes tipos de
energía”.
La
base de esta teoría es que existen dos formas fundamentales – o
más precisamente, dos tipos de comprensión y percepción al
respecto- de energía en el cosmos: la energía causal que nos
resulta familiar por los estudios científicos sobre
electromagnetismo, gravedad, y procesos nucleares; y luego está la
energía “acausal” con la que nos familiarizamos a través de la
cuestión biológica, del cómo y el porqué las cosas vivas son
diferentes de las cosas no-vivas; y también en nuestra propia
psique, especialmente en la forma de “arquetipos”, los cuales son
expresiones de nuestra realidad como seres humanos, teniendo como
tenemos -a través de la evolución- la ventaja de la razón y una
conciencia desarrollada.
Se
asume que esta energía “acausal” tiene un origen a-causal,
siendo las cosas vivas – incluyéndonos- nexos, portales a lo
acausal, tal y como se explica en Naos. Esto es, nosotros somos
capaces de presenciar – o tener acceso a- esta energía acausal. Lo
que nos diferencia de otros seres vivos que conocemos es que poseemos
( o parecemos poseer ) la habilidad para percibir conscientemente
esta energía “acausal” y para acceder a ella, comprenderla (
actualmente de un modo limitado ) e incrementarla. Esto es por lo que
el camino séptuple trabaja con la brujería, pues la brujería es
comprendida como un medio para acceder, y presenciar, esa energía
acausal en nosotros mismos y en lo causal.
El
anados septenario es también descrito, en Naos, en términos
modernos, como un arte práctico y esotérico capaz de guiar a una
persona hacia el Adeptado ( la cuarta de las siete esferas ) y luego,
hacia la inmortalidad...”””
(continua)
R.
Parker
January
2014