sábado, 23 de febrero de 2008

ENFOQUE

El yo cotidiano es una criatura perdida en medio de la selva: totalmente atrapada por el reino de los sentidos inferiores, cambia de un deseo a otro, de un conflicto a otro, de una idea centrada en sí misma a la siguiente. Si lo amenazas, realmente teme por su vida. Deja partir a esa criatura. Deja partir los deseos. Deja partir los conflictos. Deja partir los pensamientos. Deja partir la ficción de la vida y de la muerte. Permanece simplemente en el centro del OJO MÁGICO, observando. El acto de observar no es usualmente bien comprendido: se supone que se trata de un comportamiento pasivo pero nada más lejos de la realidad. La verdadera observación tiene que ver con potente acción destinada a afectar al campo cuántico. Se asemeja al acto de pintar sobre un lienzo, reorganizar las corrientes holo. Hay que descubrir ese nuevo modo de usar la atención-intención y también hay que descubrir quién es capaz de usar ese poder, el poder del ENFOQUE: por supuesto, el yo cotidiano no es capaz. El observador influye en el sistema observado.

miércoles, 13 de febrero de 2008

Del Corpus Hermeticum

Quien reconozca el escrito conocerá el código.


"...¿A dónde vais ebrios, oh hombres,
que os bebéis tan puro el vino de la ignorancia,
que ya no lo podéis soportar y estáis por vomitarlo?
¡Quedad sobrios, detenéos!
¡Alzad los ojos del corazón, si no todos al menos los que puedan!
Porque el mal de la ignorancia inunda la entera Tierra,
y corrompe al alma aprisionada en el cuerpo,
impidiéndole anclar en el puerto de la libertad.
No os dejéis arrastrar por la impetuosidad del oleaje,
antes,
aprovechando una creciente,
los que podáis,
alcanzad el puerto de la libertad,
anclad allí,
buscad la mano que os guíe a las puertas del conocimiento,
donde está la Luz brillante, libre de toda tiniebla,
donde nadie se emborracha,
sino donde todos, sobrios,
alzan los ojos del corazón hacia Aquel que quiere ser visto.
Pero antes es necesario que desgarres la vestidura que llevas,
el velo de la ignorancia,
el sostén de la maldad,
el cepo de la degradación,
el antro tenebroso,
la muerte viva,
el cadáver sensible,
la tumba que siempre te acompaña,
el ladrón doméstico,
el que por lo que ama, te odia, y por lo que odia, te cela.
Este es el enemigo que revestiste como túnica,
que te estrangula y te arrastra abajo, hacia él,
no sea que alces la mirada y,
contemplando la Belleza de la Verdad y el Bien que allí reside,
comiences a odiar su maldad,
comprendas las trampas que contra ti maquina:
pues atonta el sentido de observación, tan despreciado,
cegándolo con abundante materia,
abundando en innobles voluptuosidades,
para que no escuches las cosas que debes oír
ni mires las cosas que tienes que ver..."

jueves, 7 de febrero de 2008

+ sobre la Semilla Inmortal

"...Toda consecuencia anticipada, es decir, toda intención o expectativa ocasiona un determinado estado de ser. Del mismo modo que la "caída en el sueño" es una experiencia que puede y debe ser considerada desde el presente vivo, también la ley de causa y efecto, conocida como Karma, sólo adquiere sentido cuando el hombre sabe que ya en el presente recoge el fruto de su acción. A partir de este estado de conciencia es posible recorrer el camino que hace al hombre libre; pues libertad y responsabilidad son conceptos que se explican recíprocamente. Dicho con otras palabras: pasado y futuro confluyen en el presente y lo construyen. Descubrir esto y comprenderlo en profundidad sólo es posible a partir de un nuevo estado de conciencia. En el último siglo la humanidad ha sido confrontada con un hecho innegable, la existencia de lo invisible en nosotros. El ser humano no es tan dueño y señor de sus actos como pretendía. Su inconsciente le subyuga. Así pues, el conocimiento de sí mismo implica llevar a la conciencia todo aquello que nos domina; es decir, ser conscientes de nuestros miedos, nuestras verdaderas intenciones, nuestro velado egocentrismo... Aunque este proceso pueda tener aspectos psicológicos, en realidad esta toma de conciencia sólo es posible a partir del despliegue del núcleo espiritual latente. ¿Por qué consideramos esto así? Porque el subconsciente es el tirano oculto, el 6 dominador de la personalidad. Su existencia apareció en el momento en que la conciencia perdió su conexión con el espíritu. El ser humano ya fue llamado por los griegos microcosmos, es decir, pequeño mundo. Siguiendo el principio de correspondencia hermético, “como arriba, así es abajo”, el microcosmos es un reflejo del macrocosmos. Al igual que el cosmos presenta dos posibilidades de manifestación, dos naturalezas, una dialéctica –caracterizada por la alternancia de los contrarios – y otra original –que se explica por el eterno devenir en la luz de Dios – , también el ser humano presenta esta doble condición: mortal según su naturaleza animal, e inmortal según su núcleo espiritual latente. Tal vez se pregunte por qué motivo existe esta doble naturaleza en el hombre. Pues bien, la rosacruz es clara en este aspecto: la personalidad natural, mortal, es fruto del plan de salvación de los microcosmos divinos. El hijo de Dios, habiendo perdido su capacidad de manifestación, necesita de un ser provisional que, en un determinado momento, se vuelva consciente de su ser espiritual latente y, mediante un proceso alquímico de regeneración, permita el renacimiento de este ser dormido en su interior. Durante infinidad de encarnaciones, el átomo chispa de espíritu permanece a la espera, como una semilla que necesita un medio y unos alimentos adecuados para crecer y manifestar sus capacidades. Esta semilla es inmortal, la muerte no la destruye. No así la personalidad natural, formada a partir de los materiales físicos-etéricos de la naturaleza de la muerte (el aspecto natural, no original, del cosmos). Por ello, tras una vida de experiencias más o menos aprovechadas que dura algunas décadas, y tras la muerte de la personalidad y un tiempo de asimilación y de reposo, el ser espiritual del microcosmos debe adoptar otra personalidad que experimente, de nuevo, en este mundo espacio-temporal. Este ciclo de vida y muerte, de manifestación visible y de no-manifestación del microcosmos, es lo que desde antaño se conoce como rueda de las encarnaciones. Cada encarnación, mediante la adopción de una nueva personalidad natural, ofrece al microcosmos una nueva oportunidad. La vida, el mundo, son su escuela. Los conflictos, los sufrimientos y las alegrías, van dejando un poso de experiencias que hace posible que un día el hombre de la personalidad llegue a escuchar la voz que, desde un pasado remoto, intenta llamar sutilmente su atención..."
Extracto del curso de introducción a L.R.

viernes, 1 de febrero de 2008

PROMETEO Liberado

J. V. Rijckenborgh dijo:

"...En todos los tiempos y culturas encontramos relatos del origen de la humanidad y de los hechos acaecidos en un remoto pasado. La mitología está llena de imágenes y símbolos que intentan explicarnos cómo se creó el cosmos y el propio hombre. Uno de tales relatos es el que nos narra las vicisitudes de Prometeo. Prometeo era inmortal, un Titán. Se dice que él creó a los hombres, dotándoles de una chispa de vida que tomó del carro solar de Apolo. Pero, en un momento dado, Prometeo cometió una afrenta contra los dioses: engañó a Zeus y fue castigado a permanecer encadenado en el monte Cáucaso. Durante el día un águila le comía el hígado, mientras que durante la noche se le regeneraba de nuevo. Prometeo debía permanecer encadenado así hasta el fin de los tiempos, a menos que un ser inmortal ofreciera la vida a cambio de su libertad. Finalmente, tal intercambio se produjo, pues Zeus admitió que el centauro Quirón, aquejado por una herida incurable producida por su propio discípulo, Hércules, entregara su vida inmortal a cambio de la libertad de Prometeo. Esta bella historia, que sólo le presentamos en parte, encierra un misterio maravilloso que nos muestra, por un lado, el conflicto entre el tiempo y la eternidad, y, por otro lado, la liberación del aspecto inmortal, espiritual, del hombre. Efectivamente, Prometeo representa el principio de alma inmortal en el hombre, el cual permanece encadenado, pues carece de la posibilidad de manifestarse. Por otro lado, su desobediencia fue debida al uso de sus poderes creadores de manera forzada y experimental. Como consecuencia de ello, los dioses se vieron obligados a
aislarlo, para evitar que la desarmonía alterara el orden cósmico. El hecho de que el hígado le sea corroído durante el día y se le regenere por la noche nos indica que el alma ha abandonado el camino de elevación hacia la luz y se ha sumergido en un proceso cíclico de constante nacimiento y disolución. 3 athanasius 2 erkirion 1 ( code Habla Blass )
Así pues, ésta es la situación en que se encuentra la mayoría de los seres humanos actualmente: su espíritu permanece latente, como dormido, incapaz de expresarse en una naturaleza gobernada por los contrarios o, lo que es lo mismo, en un universo restringido por las limitaciones del espacio-tiempo. Si viéramos al espíritu como la gran fuerza unificadora del universo, necesariamente deberíamos reconocer que la humanidad no se halla en sintonía con él. Las consecuencias de nuestro comportamiento lo demuestran, pues nuestro estado de
vida se caracteriza por una continua lucha por el poder y la riqueza. Muy probablemente, usted sabe que ésta es la condición general del ser humano. El mito de Prometeo, como el de Narciso, el de Adán y Eva, el Isis-Osiris-Tifón y tantos otros, nos hablan de un acontecimiento que es conocido esotéricamente como la caída del hombre original. No obstante, antes de continuar, creemos conveniente indicarle que la enseñanza de la caída debe ser considerada con extrema precaución. Pues debemos tener en cuenta que la caída ha tenido y tiene lugar de forma multidimensional, y abarca campos de manifestación invisibles, generalmente desconocidos para el ser humano. Por ello, el uso tergiversado que se ha hecho de esta enseñanza ha generado una gran confusión, con la finalidad de mantener a la humanidad bajo una especie de narcosis espiritual. La idea del “pecado original” y el miedo a la condenación eterna siempre ha sido un medio para mantener a la masa bajo control, para que se sienta dependiente de un poder salvador externo. Así pues, permítanos invitarle a no delegar su responsabilidad en otras manos que no sean las suyas, pues la libertad no es un regalo, sino una elección que debe ser asumida de forma consciente. En realidad, la llamada “caída” en términos cristianos, la separación entre cuerpo y alma o, dicho de otro modo, la separación entre conciencia y espíritu, no hemos de situarla en un lejano pasado, sino en un acontecimiento que revivimos día a día, segundo a segundo, y del que somos todos responsables. Así pues, permítanos invitarle a no delegar su responsabilidad en otras manos que no sean las suyas, pues la libertad es una elección que no admite intermediarios ni traductores. Con lo dicho, tal vez ya haya intuido que estamos hablando de dos estados de ser, de dos naturalezas muy diferentes: una, la naturaleza original, en la que el espíritu se manifiesta sin ningún tipo de trabas; otra, que denominamos naturaleza dialéctica –por cuanto la polaridad es vivida como oposición y, por consiguiente, con sufrimiento– en la que el ser humano se debate entre la vida y la muerte…Quizá alguna vez haya sentido en usted la presencia insondable de ese ser dormido del que le hablamos, de ese principio espiritual que le impulsa y que, en cierto modo, le inquieta; que, en definitiva, hace de usted un buscador.
Pues tal ser emite una vibración, una petición de auxilio que, en ocasiones, es escuchada por la personalidad natural como una inquietud o nostalgia que resuena como una lejana e inconsciente llamada. Este ser original caído, precisamente por su condición de latencia, es denominado, según la terminología rosacruz, átomo-chispa de espíritu o Rosa del corazón, por encontrarse en el centro de nuestro ser, en el corazón. Su despliegue significa un nuevo nacimiento, en el que la conciencia juega un papel determinante, ya que en este proceso se vuelve receptiva a los impulsos del Espíritu..."