"...Somos libres de creer unicamente antes de que ocurra la concepción. Esto se relaciona con la esfera de complejidad en la que nos encontramos al momento de la concepción. En cada unidad de la creencia solo hay suficiente energía como para despertar (hacer real o vital) una cara de la dualidad que genera las creencias en el momento de la concepción. Y aunque puedan alternarse en el tiempo, no pueden existir simultáneamente.
Pregúntate a ti mismo: “"¿Está lloviendo afuera?" En el momento anterior a que mires afuera eres libre de pensar tanto que si como que no. Una vez que has mirado eres libre de creer sólo una cosa u otra. En la física quántica esto es conocido como el colapso del vector de estado.
Esta es la relación entre una creencia compleja e inteligente y una creencia vital menos compleja, energía encriptada en fuerzas físicas. Esta creencia menos compleja es considerada como un fenómeno objetivo, mientras que "nosotros" somos subjetivos en comparación con esta.
Supongamos que mientras miramos la lluvia pensamos "quisiera que no estuviese lloviendo". Es decir, deseamos desde una creencia compleja y subjetiva para efectuar un cambio en una creencia más simple, vital.
La experiencia nos ha mostrado que no podemos, en nuestro estado normal, creer efectivamente en oposición a una creencia simple y vital. Pues aunque la creencia simple y vital tiene menor inteligencia, tiene mayor capacidad de creer que una creencia compleja. Podríamos ser capaces de utilizar nuestro "poder" o "medicina", que es la inteligencia, para detener la lluvia, pero la inteligencia no desarrolla los medios. Podemos persistir, siendo el deseo lo suficientemente fuerte, e intentar desarrollar los medios, pero con toda probabilidad ya habrá dejado de llover bastante tiempo antes de que hayamos desarrollado los medios o antes de que el deseo haya cesado.
“"Nosotros", como una creencia compleja, realmente existe en todas las esferas de complejidad/simplicidad al mismo tiempo. Mientras la creencia progresa de esfera en esfera, mientras la complejidad se incrementa, más y más energía es utilizada para mantener la complejidad de la creencia. Esta energía circunspecta a la complejidad es lo que llamamos inteligencia. Así, las creencias complejas son menos y menos concientes (inmediatamente) de las demás creencias como partes del Self. Pues la energía debe estar a disposición de la creencia para devenir en "real", es decir, Self.
La formula de la Magia consiste en que una energía alcance la esfera de una creencia preconceptual anterior a la de la creencia deseada; para esto se requiere que las creencias complejas se tornen simples. Los grados de simplicidad son equivalentes a la cantidad de energía disponible y la capacidad de creer. De hecho, son lo mismo.Intentar energizar una creencia sin alcanzar la necesaria simplicidad no logrará ningún éxito y será totalmente extenuante para la creencia que busca producir el cambio. Esta exhaustión es un estado deseable, pues libera la energía necesaria para cargar la nueva creencia, pero la nueva creencia debe estar encriptada de forma tal que no resulte inteligible o demasiada energía será enfocada en mantener su estructura racional, en la que formula el deseo; y eso amarrará otra vez la energía (deseo). Los símbolos son mejores que el pensamiento inteligente..."
Pregúntate a ti mismo: “"¿Está lloviendo afuera?" En el momento anterior a que mires afuera eres libre de pensar tanto que si como que no. Una vez que has mirado eres libre de creer sólo una cosa u otra. En la física quántica esto es conocido como el colapso del vector de estado.
Esta es la relación entre una creencia compleja e inteligente y una creencia vital menos compleja, energía encriptada en fuerzas físicas. Esta creencia menos compleja es considerada como un fenómeno objetivo, mientras que "nosotros" somos subjetivos en comparación con esta.
Supongamos que mientras miramos la lluvia pensamos "quisiera que no estuviese lloviendo". Es decir, deseamos desde una creencia compleja y subjetiva para efectuar un cambio en una creencia más simple, vital.
La experiencia nos ha mostrado que no podemos, en nuestro estado normal, creer efectivamente en oposición a una creencia simple y vital. Pues aunque la creencia simple y vital tiene menor inteligencia, tiene mayor capacidad de creer que una creencia compleja. Podríamos ser capaces de utilizar nuestro "poder" o "medicina", que es la inteligencia, para detener la lluvia, pero la inteligencia no desarrolla los medios. Podemos persistir, siendo el deseo lo suficientemente fuerte, e intentar desarrollar los medios, pero con toda probabilidad ya habrá dejado de llover bastante tiempo antes de que hayamos desarrollado los medios o antes de que el deseo haya cesado.
“"Nosotros", como una creencia compleja, realmente existe en todas las esferas de complejidad/simplicidad al mismo tiempo. Mientras la creencia progresa de esfera en esfera, mientras la complejidad se incrementa, más y más energía es utilizada para mantener la complejidad de la creencia. Esta energía circunspecta a la complejidad es lo que llamamos inteligencia. Así, las creencias complejas son menos y menos concientes (inmediatamente) de las demás creencias como partes del Self. Pues la energía debe estar a disposición de la creencia para devenir en "real", es decir, Self.
La formula de la Magia consiste en que una energía alcance la esfera de una creencia preconceptual anterior a la de la creencia deseada; para esto se requiere que las creencias complejas se tornen simples. Los grados de simplicidad son equivalentes a la cantidad de energía disponible y la capacidad de creer. De hecho, son lo mismo.Intentar energizar una creencia sin alcanzar la necesaria simplicidad no logrará ningún éxito y será totalmente extenuante para la creencia que busca producir el cambio. Esta exhaustión es un estado deseable, pues libera la energía necesaria para cargar la nueva creencia, pero la nueva creencia debe estar encriptada de forma tal que no resulte inteligible o demasiada energía será enfocada en mantener su estructura racional, en la que formula el deseo; y eso amarrará otra vez la energía (deseo). Los símbolos son mejores que el pensamiento inteligente..."