sábado, 18 de enero de 2014

Referencias al Anados -Traducción-


Traduzco aquí un extracto del texto que puede encontrarse integro en inglés en: 
http://omega9alpha.wordpress.com/2014/01/23/perusing-the-seven-fold-way-2/

Dada la peculiaridad del tema, las particularidades en los giros del lenguaje usado, etc...es posible que mi traducción tenga alguna que otra imprecisión o una cadencia extraña al idioma español; por la cual cosa, vuelvo a remitir al texto original en inglés.

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Physis, El Corpus Hermeticum, Y La Antigua Búsqueda Hermética De La Inmortalidad

Al principio del texto Poimandres del Corpus Hermeticum el buscador dice que desea “aprender lo que es real, comprender la physis de los seres, y tener el conocimiento de theos”. El buscador es instruido, más tarde, por el Poimandres, en que por lo que respecta a los humanos y su physis, “distintos entre todos los otros seres en la Tierra, los mortales tienen una naturaleza dual; mortales en su corporeidad pero sin-muerte en su aspecto interior”- y por ello tienen la oportunidad de convertirse en inmortales.

Referiendose a la Physis, Myatt destaca en su comentario que, “De acuerdo con el weltanschauung hermético, como es esbozado en el Poimandres, toda Physis – el ser, la naturaleza, el carácter, de las criaturas – su esencia más allá de la forma/apariencia, su Ser es, asume, o es percibido como representando ( manifestando, siendo un eikon de ) a theos ( n.t: lo que es divino ). Esto es, la physis de los seres puede ser considerada no solamente como una emanación de theos, sino como re-presentando su Ser, su esencia. Para reconocer esto, para reconocer theos, estar en comunión con theos, para retornar a theos, y así hacerse inmortal, se presenta una vía de ascenso ( anados ) a través de las siete esferas.

Preguntado por el buscador sobre el Anados – la vía hacia la inmortalidad a través de las siete esferas- Poimandres contesta, más bien en términos místicos, que:

Primero, la disolución del cuerpo físico permite que ese cuerpo sea transformado, con la apariencia que tenía desapareciendo, y su ahora inactivo ethos siendo entregado al daimón, con las percepciones del cuerpo retornando a su origen, siendo luego separadas según su propósito, trasplantadas, y con el deseo y el ansia viajando hacia la physis carente de logos.
Y así, lo mortal se apresura a través de la harmoniosa estructura, entregando en el primer reino ese vigor que crece y que desaparece, y – en el segundo reino- esas deshonrosas maquinaciones, ya inactivas. En el tercer reino, ese afán que engaña, ya sin ninguna función; en el cuarto, la arrogancia de dar ordenes, ya no más insaciable; en el quinto, la insolencia profana y la presuntuosa temeridad; en el sexto, las nocivas inclinaciones ocasionadas por las riquezas materiales, ya sin función; y en el séptimo reino, las mentiras acechantes. Y así ellos (nt: los buscadores ) son unidos con theos. Por lo que ser unido con theos es el noble fin de aquellos que buscan adquirir conocimiento.”

Este “llegar a unirse a theos”, sin embargo, no quiere decir que el mortal se transforme en un dios o llegue a ser un dios viviente ( nt: tal y como nosotros lo entendemos). En cambio, como Poimandrés ha dejado claro ( por ejemplo en la sección 26 ) esto implica trascender , más allá de la muerte mortal, hacia los dos reinos inmortales que existen más allá de las siete esferas, uno de los cuales es el de la “naturaleza ogdoádica”, y ambos son descritos en términos de emanaciones de theos. Siendo de este modo instruido y habiendo comprendido, el buscador mismo se dirige a preguntar a otros humanos, “vosotros hombres terrestres, ¿por qué abrazáis la muerte cuando tenéis los medios para participar de la inmortalidad?”

El Camino Séptuple Y la Acausalidad

Según el texto del Poimandres, más allá de las siete esferas del anados está el reino de “la naturaleza ogdoádica” - con sus particulares fuerzas y poderes- y , más allá de esto, otro reino; ambos descritos en relación a theos. Sin embargo, como Myatt explica en su comentario del texto – en referencia a la sección 26 y la palabra Griega δύναμις – estos reinos son bastante distintos de las siete esferas:

... δύναμις. Esas fuerzas, esos particulares poderes - o, más exactamente, este tipo ( o esos tipos ) de ser o seres o existencia – que están no solamente más allá del sistema septenario sino más allá de la naturaleza ogdoádica de esos mortales que, a causa de su viaje (ἄνοδος) a través del sistema septenario, han conseguido la inmortalidad.

De este modo, es fácil comprender porqué algunos consideraron que había “nueve” ( siete más dos ) fundamentales emanaciones cósmicas, o nueve reinos o esferas – la cita de Cicerón – los siete de la hebdomadría más otro de la “naturaleza ogdoádica” mencionada antes. Sin embargo, como este texto describe, hay siete reinos o esferas – un camino séptuple a la inmortalidad, accesible a los mortales en vida- y luego dos tipos de existencia ( no esferas) más allá, accesibles solamente después de que los mortales hayan viajado por ese camino y, habiendo ofrecido ciertas cosas por el camino ( su ethos mortal), “entregado sus cuerpos a la muerte”. Ontológicamente, de todos modos, estos siete reinos pueden ser de algún modo simplísticamente descritos como participando de lo que es “causal” ( o lo que es mortal ), y los dos tipos de existencia más allá de las siete como participando de – como seidad- lo “acausal” ( o lo que es inmortal ). Así el Poimandres viene a decir que el que fue mortal y ahora es inmortal avanza desde el primer tipo de existencia “acausal” pasando a ser una de esas fuerzas ( más allá de la naturaleza ogdoádica ) para, finalmente, unirse con theos: αὐτοὶ εἰς δυνάμεις ἑαυ τοὺς παραδιδόασι καὶ δυνάμεις γενόμενοι ἐν θεῷ γίνονται."

En Naos, con una descripción del septenario “árbol del destino ( Wyrd)” siendo simbólicamente asociado en el interior de un doble-tetraedro, se hace eco y mención de estos dos reinos más allá de las siete esferas:

Desde el punto de vista de un iniciado, las siete esferas son vistas formando un diseño en 3D donde cada esfera está conectada a todas las otras por dos veces, aunque en una representación física la naturaleza doble de los caminos de conexión es mostrada solamente para Luna / Saturno, Venus / Marte y Mercurio / Júpiter. Se considera que esta estructura en tres dimensiones está enmarcada en el interior del doble-tetraedro.”

Este doble-tetraedro simbólico está relacionado con “los nueve ángulos” y por ello al axioma de la acausalidad y, por lo tanto, a la dualidad entre lo causal y lo acausal. Y este axioma de la acausalidad es central para el camino séptuple de O9A pues, como otro eco que el texto del Poimandres aclara, Naos afirma que “la meta de la vida sintiente es formar parte de lo acausal ( “inmortal” desde la perspectiva causal ). La Iniciación, y “los Misterios” ( el camino séptuple ) , son medios para conseguir esto.”

Así, en la tradición séptuple de la Orden de los Nueve Ángulos, los reinos más allá de las siete esferas son descritos en términos de acausalidad, como siendo parte de lo acausal, con el ser mortal - habiendo cumplido su viaje con éxito a través del camino séptuple – accediendo a una nueva e inmortal existencia en los reinos ( o universos ) de lo acausal. Pues, aunque el singular “acausal” y términos como “reino acausal” son a menudo usados, ya se apunta en Naos que “generalmente el singular es usado para evitar complicaciones semánticas, aunque la tradición Septenaria acepta la cuasi certeza de que muchos de esos universos “acausales” existen complementarios a “nuestro” universo causal.”

Se da, por lo tanto, en el camino séptuple, una comprensión de la meta en términos  no de “ser unido a theos” (como se dice en el texto hermético ), sino más bien en términos de desembocar en los reinos acausales y en una nueva existencia acausal. Esto es, en lugar de la antigua explicación teológica – de theos, lo que es divino, y de una “ciencia de las cosas divinas”- O9A poseé una moderna metafísica, una teoría axiomática, de lo causal y lo acausal, de “una nueva ciencia sobre diferentes tipos de energía”.

La base de esta teoría es que existen dos formas fundamentales – o más precisamente, dos tipos de comprensión y percepción al respecto- de energía en el cosmos: la energía causal que nos resulta familiar por los estudios científicos sobre electromagnetismo, gravedad, y procesos nucleares; y luego está la energía “acausal” con la que nos familiarizamos a través de la cuestión biológica, del cómo y el porqué las cosas vivas son diferentes de las cosas no-vivas; y también en nuestra propia psique, especialmente en la forma de “arquetipos”, los cuales son expresiones de nuestra realidad como seres humanos, teniendo como tenemos -a través de la evolución- la ventaja de la razón y una conciencia desarrollada.

Se asume que esta energía “acausal” tiene un origen a-causal, siendo las cosas vivas – incluyéndonos- nexos, portales a lo acausal, tal y como se explica en Naos. Esto es, nosotros somos capaces de presenciar – o tener acceso a- esta energía acausal. Lo que nos diferencia de otros seres vivos que conocemos es que poseemos ( o parecemos poseer ) la habilidad para percibir conscientemente esta energía “acausal” y para acceder a ella, comprenderla ( actualmente de un modo limitado ) e incrementarla. Esto es por lo que el camino séptuple trabaja con la brujería, pues la brujería es comprendida como un medio para acceder, y presenciar, esa energía acausal en nosotros mismos y en lo causal.

El anados septenario es también descrito, en Naos, en términos modernos, como un arte práctico y esotérico capaz de guiar a una persona hacia el Adeptado ( la cuarta de las siete esferas ) y luego, hacia la inmortalidad...”””

(continua)

R. Parker
January 2014