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Aquest*és*un*dels*racons*on*hi*ha*accessos*simul*tanis*a*la*ciutat*de*Gir*ona
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Y
es que esta armonía no es algo estático o inamovible, sino que hace
referencia a un tipo de especial fluidez que progresa, que crea y
elabora. De hecho, si nos vamos al “ἁρμός”,
vemos que la raíz proto-indoeuropea “ar” hace referencia tanto a
“actuar, impeler, mover, articular...” como a “armar, juntar,
encajar adecuadamente, combinar, ordenar...”. Así podemos fijarnos
en palabras como arya, ars / artis, arithmos, aristoi, arthron ...
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página 12 del Diccionario
Etimológico Indoeuropeo de la Lengua Española
(Edward A. Roberts y Bárbara Pastor - Primera Edición 1996)
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La necesidad de tener razón, la necesidad de sentir que uno está en lo cierto, es para muchos una adicción. Esta adicción puede ser explotada con algo de ingenio. Si logras que el adicto crea que la sugestión, la semilla inoculada subliminalmente en su mente es una conclusión a la que ha llegado él, una conclusión que debe defender porque es “su razón” – que por tanto necesita creer que es cierta -, tendrás a un sujeto que defenderá la “orden hipnótica” fanáticamente.
Cuidémonos nosotros también de no caer en esa trampa...
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Olas
crecientes de evanescente espuma que se ciernen salvajes sobre una orilla
nocturna. Una fabulosa melodía de flauta llama la atención de una
espectadora:
- Buenas
tardes tengáis señor flautista.
- Buenas
tardes señora...- el flautista deja de hacer sonar su instrumento.
- Tocáis
muy bien, pero ¿no estáis demasiado cerca del mar? La marea está
creciendo y las olas están bravas... Además esas nubes no
tardarán en ocultar la luz de la luna.
- No
os preocupéis señora, sé lo que me hago.
- Tal
vez me lo podáis decir, temo que queráis... abandonaros?
- Mmmm,
¿que qué hago? Aprender a acercarme a las inabarcables orillas del
inconsciente y permitir que su creativo y misterioso oleaje dé
forma al paisaje de mi vida.
- Esta
noche el mar está picado, vuestro proceso pudiera resultar arriesgado, señor flautista
- Esperemos
que la noche cuide de sus hijos, señora.
- ¿Puedo
preguntaros quien sois?
- Antaño
fui el “Fou”
El
flautista reemprende su canción.
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De
pronto, cuando menos lo espero, algo del pasado me reclama. Y ahora,
en breve, tengo que volver a reinterpretar por unos días a aquel
personaje de antaño. Me miro en el espejo probándome de nuevo ese
tipo de ropa, la actitud, la posición de los hombros,
etc...Tratándome de sentirme cómodo de nuevo con esa visión;
evocando las motivaciones de la imagen que se refleja en el espejo,
rememorando sus opiniones y actualizándolas a la situación actual,
valga la redundancia... Repaso las notas para refrescar las frases
recurrentes y los latigillos que usaba mi persona. Trato de
reconstruir metódicamente las lagunas, los huecos, los lapsos de
tiempo en los que no han sabido nada de mí...
¿Sabré
interpretar de nuevo aquel papel para lograr que
_.--.._.-.__.._.--.-.-._.-.-._-.._.__.-_.-.._-_._.-..-_._-.-_..--._._-
sea posible?
Debo
evitar que mi paranoia me impida actuar con naturalidad...
.
.
.
.
La
entrada ha sido buena; algo de nervios al principio. Estaban casi
todos allí...y me han recibido estupendamente. Parecía que el
tiempo no hubiera pasado apenas. Los gestos de familiaridad y
complicidad surgían espontáneamente. Me hicieron muchas preguntas
eso sí; dado el contexto se entienden las precauciones, pero yo
estaba preparado.
Ellos
-.-.-_.._-.-._..-.__.--._-..-_-._.-..-_.-.- por mí, y ahora yo haré
lo mismo por
_-.-.-..-_..-_._-_._..._-._-.-_._..-_..-_.._.-.._._.-.-_.-..--..-._._-
¿El
riesgo vale la pena? No lo se, pero es una cuestión de honradez para
conmigo mismo y para con ellos.
De
ahora al septiembre nos deberemos ver hasta el día del
-._--._-.-._-.._-.--.--.__.--.-..__- y luego me esfumaré de nuevo
discrétamente...La camaradería ( aunque en cierto modo ficticia )
sigue ahí ...
_-.-.__.-.-.__.-.-..--._._.-..__..-_
típica de estas horas que preceden al amanecer tras haber estado en
su local, con el aroma de “Amsterdamer”, buen heavy metal, y
mejores “agasajos” ...
Estoy
escribiendo en esta calurosa madrugada y me doy cuenta de que no creo
que se entienda nada de lo que estoy diciendo. ¿Cómo escribir sobre
esto en un blog público? ¿Tiene algún sentido escribir esto aquí?
Bueno, sí, mis colegas inmediatos sí que sabéis siempre de qué
hablo...
Voy
a parar de escribir y voy a doooormir. Ya veremos si mañana borro
algo de todo esto y codifico algunas palabras por si acaso.
Por
cierto _-.-_.-_..-_._.._-._-._._-..__._-..--._..-_.-.__._..-_ sigue
por allí, tan irresistible como siempre ( o más )
Ah!,
el cielo ahora parece un océano de nubes incandescentes...Mister
Sandman etc...
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On
ets reflex d'esperança,
que
et reveles en els rars moments de lucidesa?
En
els mil·lennis de la sang,
clamor
i promesa,
que
vindica el seu futur immemorial
pujant
amb força
com
un Geni en l'ampolla de cristall
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Centro
Decisorio Táctico:
Las
dinámicas de estrés suelen entrar en juego en situaciones muy
volátiles y con un elevado nivel de impredecibilidad. En estas
situaciones es
donde
se vuelve imprescindible ser capaz de mantener un nivel extremo de
atención a todos los movimientos en el escenario de la acción y de
resolver positivamente una gran cantidad de elementos tácticos. Esto
es: casi a nivel subliminal, se procesará mucha información que
deberá permitirnos dar las respuestas adecuadas y tomar las
decisiones acertadas en el momento justo y en la mejor forma.
Estas
situaciones pueden llegar a ser psicológicamente tan exigentes que
logren disparar nuestra ansiedad o miedo de modo que terminen
afectando negativamente a nuestra eficiencia. Es
por ello, que es necesario el ejercicio de una iniciativa inteligente
y efectiva, y construir o elaborar lo que podríamos denominar
nuestro Centro Decisorio Táctico.
Este
Centro Decisorio Táctico nos permite valorar mentalmente el curso de
los acontecimientos, estableciendo los posibles cauces hacia la
eventual “solución”, planificando las propias acciones, así
como contemplando la necesidad de corregir o ajustar la dirección
emprendida.
Podemos
decir que un buen Centro Decisorio Táctico se caracteriza por su
efectividad, su precisión en el cálculo espacial, su velocidad y su
capacidad de antelación.
Este
complejo psicológico necesitará del combustible de todos aquellos
estados anímicos que resulten motivadores; es decir, la emoción
vinculada al “motivo” ( sea este proactivo o reactivo ) de la
acción, es un elemento inductor evidente que proveé de la energía
necesaria a todo el sistema.
Así,
cualquier programa de entrenamiento que pretenda formar un buen
Centro Decisorio Táctico debe contener ejercicios enfocados a
desarrollar:
1-
Un óptimo nivel de motivación – manejo de los estados de ánimo.
Buen humor!
2-
Auto control, concentración y precisión
3-
Observación y sentido de la distancia y del momento
4-
Velocidad de respuesta y coordinación nervio-motora, así como un
buen estado de forma física en general ( agilidad, resistencia,
fuerza, rapidez, etc...)
5-
Visualización e inteligencia espacial
6-
Agilidad mental.
7-
Técnicas de resolución apropiadas ( razonamiento táctico )
La
fortaleza y capacidad resolutiva están muy relacionadas con el
entrenamiento de
la voluntad, la superación de las presiones ( y depresiones ) y de
la ansiedad, la gestión de las emociones y el control de la
concentración en el “aquí y ahora”. Es por esta razón que uno
de los efectos coadyuvantes a la formación de este centro decisorio
y que se retroalimenta con su ejercitamiento, es la seguridad y la
confianza en uno mismo, o lo que podríamos denominar Valentía.
...Al
hilo de lo que menciono, me atrevo a salirme del tema tangencialmente
y extrapolarlo a una perspectiva más general y establecer un obvio
paralelismo.
Dejando
a un lado la cuestión esotérica de en qué medida el ser humano es
capaz de decidir de forma autónoma - como causa inicial de una serie
de acontecimientos concatenados - voy a hacer una reflexión sobre lo
que se entiende de forma exotérica por tomar una decisión.
Casi
podríamos decir que el ser humano medio es incapaz de tomar
verdaderas decisiones de un modo soberano, y eso hace que se haya
vuelto terriblemente dependiente de toda una colección de órdenes
prefijados: instituciones sociales gigantescas, monolíticos corpus
culturales de preceptos o aglomerados de pulsiones instintivas
aliñadas con los más variados fanatismos, se arrogan con la
capacidad de tomar todo tipo de decisiones y establecer filtros a la
comprensión directa del individuo.
En
tanto la conciencia empática del sujeto no sea capaz de digerir la
experiencia de estar presente, de estar viviendo y habitando una
realidad determinada, no podrá ofrecer una respuesta o elegir un
curso de acción acorde con la quintaesencia extraída de esa
digestión.
Así,
el tipo vulgar, sea este un “ciudadano ejemplar” o un “criminal”,
se adhiere complacido a las soluciones que le ofrecen algunos de
estos ordenes prefijados y se limita luego a hacer suyas una serie de
“leyes” y “apetitos” que se han diseñado ad hoc, con un
propósito último que se le escapa por completo (!).
Lo
más probable es que ni una variedad ni otra del tipo vulgar haya
decidido apenas nada en su vida de forma soberana y, por lo tanto,
jamas haya alcanzado la necesaria profundad de conciencia
indispensable para Decidir y ponderar el valor de sus acciones.
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“...En
primer término está en las cosas esa unidad por la cual cada cosa
es una en sí misma, consiste de sí misma, y es coherente consigo
misma. Luego viene aquella unidad por la cual una criatura se une con
las otras, y todas las partes del mundo constituyen una comunidad. La
tercera y más importante unidad es aquella por la cual el universo
creado es uno con el corpus mysticum del creador en cuestión...”
(?)
Pico
della Mirandola
Y
entonces, los aconteceres y los entes de cada reino danzan en un
inconmensurable campo de relaciones recíprocas basadas en lo que es,
tal vez insondablemente, significativo.
Digueu-me
doncs, Artús, si vos i la vostra terra sou un i el mateix...
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Hay
un cierto riesgo de caer en una prisión mental cada vez proyectamos
expectativas sobre un curso de acción en el futuro. La planificación
y la estrategia tienen sus límites puesto que la vida posee esa
naturaleza tan rica y calidoscópica que siempre manifestará nuevas
y desconocidas facetas.
No
pretendamos resolver ciertas cosas desde la prospectiva teórica...Si
hacemos esto tal vez lleguemos a un callejón sin salida que puede
expresarse en la frase: “¿De qué me servirá en realidad?” o
“Ya he explorado mentalmente las posibilidades que se me abrirán
con este curso de acción, y no me interesa ninguna...” Nunca
sabes, en verdad, lo que verás al subir a esa cumbre; la riqueza de
cada nuevo horizonte no se puede substituir por ninguna proyección
intelectualoide ( apriorismo )
Espera
lo inesperado...y disfruta ;p
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“...fertur
in grandem excessum alicuius Passionis invenitur experimento
manifesto quod ipse ligat res et alterat at idem quod desiderat et
diu non credidi illud...”
A.·.M.
De Mirabilibus Mundi
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Cuando
el ojo ve un color se excita inmediatamente, y ésta es su
naturaleza, espontánea y de necesidad, producir otra en la que el
color original comprende la escala cromática entera. Un único color
excita, mediante una sensación específica, la tendencia a la
universalidad. En esto reside la ley fundamental de toda armonía de
los colores...
Goethe,
Teoría de los colores, p. 317
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Los
estados de ánimo, son como llaves que abren las cerraduras de los
más variopintas portales. Como si de arcanas combinaciones
astrológicas en nuestro microcosmos se trataran, esas convergencias
anímicas, permiten accesos a nuevas formas de intimar con los
acontecimientos, hasta el punto de que, en virtud de esa interacción,
los mismos acontecimientos se vean modificados. Lo evidente es que la
naturaleza de la experiencia es complétamente dependiente del estado
de ánimo del actuante.
Hay
estados de ánimo exóticos, daemónicos, maravillosos, fabulosos y
peligrosos....
Oh,
maravilla que permites que bajo el estado de ánimo adecuado los
paisajes de las segunda atención sean accesibles más allá de las
fronteras de ._.-..--.-_.._._.-..-._.__...-.__.._..-._._.._...Pero mi pena es carecer de la energía suficiente y verme sujeto a un
tiempo tan limitado para acercarme, si quiera, a las murallas de
“Mirenburgo”...Es como el placer de bucear a pulmón libre: sabes
que cuando el aire se acabe debes estar fuera del agua o morirás.
Más energía...
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Aquests
últims dies, potser degut al que ha succeït recentment, la
malenconia s'ha exacerbat de forma absurda, instal·lant-se dins meu
com una seductora convidada...Per què, ara tot de cop, hi ha aquesta
marea de records i somnis entre boires que volen abduir-me?...
És
com si, memòries dolces, alegres i tristes ( però principalment les
dolces i tendres ) haguessin rebassat el dic de la presa de l'oblit
amb una vivacitat inusitada. No és només el record, sinó una
panòplia de sensacions i sentiments que, de vegades em fan esbufegar
amb escalfreds...
Recordeu?
I t'obriré un camí en mig del mar, ple de llum, ple de plaers i
ocults secreeeeeeeeeeeeeeeets.
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Siguiendo
aquella conversación...
En
tanto en cuanto dejemos más espacio en nuestras vidas a lo
inexplicable - no como renuncia a discernir la lógica de algo, sino
como un sentimiento de maravilla o de asombro ante la calidoscópica
realidad, que escapa cualquier razonamiento de la personalidad
mundana- más podremos encontrar soluciones creativas y originales a
los desafíos de cada día.
¿No
hay veces que, en determinado momento, tu razonamiento, tu protocolo,
te dice haz esto, pero sientes que hay algo inexplicable en tus
sentimientos que te propone otro camino?
Tanto
si hemos seguido el protocolo como si hemos optado por escuchar esa
sugerencia inexplicable, a posteriori podemos analizar las
consecuencias de seguir un camino u otro. Y muy frecuentemente
podemos darnos cuenta de que hay algo en nosotros que es capaz de
tomar decisiones más acertadas que las de nuestro propio
discernimiento normal.
Y
este tipo de intuición se expandirá en proporción al espacio que
le demos en nuestro interior y a la atención que le prestemos.
Probablemente sea mucho mejor tratar de no adjudicar una forma o
definición definitiva a este tipo de sentimiento, para evitar que
caiga en el entramado de procesos mecánicos típicos de la forma de
pensar habitual.
