En realidad, cuando hablamos de creación demiúrgica estamos refiriéndonos a una especial paradoja, puesto que en realidad el demiurgo no crea nada, en todo caso moldea. En la raíz precuántica del lugar donde estamos, por ejemplo, pese a su naturaleza “caída” y “cosificada”, también nos encontramos ( tras los múltiples velos de maya ) con la potencia esencial e inmanentemente espiritual e "increada". Lo que hacen los poderes demiúrgicos ( Arcontes, Señores del Karma…) es legislar sobre este orden de existencia que ha caído bajo su influencia y dominio. Así nos encontramos que los Arcontes tienen poder sobre una franja muy concreta de flujo cósmico, y en cuanto un sistema “desciende” hasta esa vibración, se ve sometida a sus leyes. Así mismo, cuando se alcanza una cierta “densificación” dentro de esa franja sometida a los Arcontes aparece otro agente todavía más espeluznante, Sorat, que reina sobre una serie de substratos muy “cosificados”._-..-__.- _-.---.___ _-..-__.-._-.__._--.._-._._--.----_-.---.__-__.- _-.---.-.._-._.____ y es cuando se deduce que mientras más inmersión en el orden demiúrgico, más sometido a sus leyes y las nefastas influencias derivadas de sus oscuros regentes. Así uno debe conquistar la propia individualidad, diferenciación_-._-_.._-.._--..--_._--_-_-_-._--..--_._--_-_.--__..__-_.--__-._-_.._-.-_-.--__..__-_.— lograr que la identidad y diferenciación – entendiendo esta última como separación absoluta de los patrones de control globales, sean cuales sean: “objeto físico”, “especie humana”, “tiempo unívoco” etc… _-._-_.--.-.-_._-.__-.-_.-._-_._-.___._.-._-_._-.__-.-__.-.__-._._.-._-_._-._ pero volviendo a la frase anterior, se trataría de logar que el yo mejor que podamos concebir y construir con los elevados materiales de la intuición, la imaginación y la voluntad, remonte la corriente y consiga la suficiente cohesión como para alcanzar las alturas de nuestro intrínseco “Yo Primigenio”, nuestra cepa precósmica.