"...Lo primero es el mutuo entendimiento social, la segunda necesidad reside en la adquisición de la libertad de pensamiento, y la tercera, en el viviente saber acerca del mundo espiritual, por medio del estudio de la ciencia espiritual. Estos tres tienen que ser los grandes y verdaderos ideales para el quinto período post-atlante. En el campo de la vida social tiene que desarrollarse el mutuo entendimiento; para la vida religiosa y la demás convivencia tiene que haber libertad de pensamiento; y en el ámbito del conocimiento tiene que alcanzarse el conocimiento espiritual. Los tres grandes designios, los impulsos de la quinta época cultural post-atlante son: el mutuo entendimiento social, la libertad de pensamiento, el conocimiento espiritual.
Estas luces tienen que iluminar nuestra evolución, porque son las luces verdaderas para nuestro tiempo. Hay quienes sienten profundamente que tales impulsos son necesarios, quienes sienten principalmente que en nuestro tiempo tiene que crearse otra forma de convivencia humana y otros conceptos.
Hay mucha buena voluntad, y ahora queremos tomar en consideración lo que proviene de la buena voluntad, y no lo contrario. Pero en tanto esta voluntad queda restringida a frases generales, por más fervientes que sean los sentimientos en que se basan esas frases, no conducirán a buen fin, si tal voluntad no fluye del viviente conocimiento que sólo se alcanza por la ciencia espiritual, y que consiste en que se puede llegar a realizar los tres grandes y concretos ideales: entendimiento social humano, libertad de pensamiento, conocimiento espiritual. Pero en el presente la comprensión de los hombres con respecto a tal realización todavía no se halla ni en el principio, excepto el pequeño núcleo que se ha formado dentro de la concepción científico espiritual. Se percibe que en nuestro tiempo existen algunos hermosos y nobles conocimientos que se orientan en esta dirección..."
Estas luces tienen que iluminar nuestra evolución, porque son las luces verdaderas para nuestro tiempo. Hay quienes sienten profundamente que tales impulsos son necesarios, quienes sienten principalmente que en nuestro tiempo tiene que crearse otra forma de convivencia humana y otros conceptos.
Hay mucha buena voluntad, y ahora queremos tomar en consideración lo que proviene de la buena voluntad, y no lo contrario. Pero en tanto esta voluntad queda restringida a frases generales, por más fervientes que sean los sentimientos en que se basan esas frases, no conducirán a buen fin, si tal voluntad no fluye del viviente conocimiento que sólo se alcanza por la ciencia espiritual, y que consiste en que se puede llegar a realizar los tres grandes y concretos ideales: entendimiento social humano, libertad de pensamiento, conocimiento espiritual. Pero en el presente la comprensión de los hombres con respecto a tal realización todavía no se halla ni en el principio, excepto el pequeño núcleo que se ha formado dentro de la concepción científico espiritual. Se percibe que en nuestro tiempo existen algunos hermosos y nobles conocimientos que se orientan en esta dirección..."