"...Por lo tanto, hay que considerar a estos elementales constructores, a estas fuerzas de la naturaleza, a estos átomos vivos como recipientes, al igual que nosotros, del bien cósmico. Si podemos llegar a captar el significado de fraternidad, nos damos cuenta de que ésta incluye a nuestros hermanos los devas y a nuestros hermanos los átomos, que constituyen el aspecto multimolecular del espacio. ¿Si no, de qué nos servirían las palabras, el decir pomposamente que el espacio es multimolecular, si nosotros no afirmásemos al propio tiempo la verdad de que el átomo es un centro vivo de conciencia, y además un aspecto vivo de la evolución del propio Dios que ha creado el Universo?
Entonces cuando decimos que “el espacio es una entidad”, lo hacemos con conocimiento de causa de que estamos surcando el espacio con entidades atómicas y con devas, con ángeles y con elementales constructores...
...Vamos llegando, así progresivamente, a cierto punto de tensión creadora, que impone un razonamiento a nuestra mente. El saber que dentro de nosotros existen espacios vacíos o espacios neutros que desconocemos y que, siendo centros despiertos en algún remoto lugar de
la conciencia que desconocemos, nos están invitando para que los descubramos y, una vez descubiertos, les demos toda la fuerza posible para que se extienda este vacío y triunfe el equilibrio sobre la polaridad.
¿Y qué significa en este caso la palabra equilibrio? Es el centro, el punto sagrado, el punto inmaculado, el punto neutro, en donde la fuerza de las dos polaridades, el positivo y el negativo han constituido una unidad de fuerza. Cuando esto sucede surge el poder de un mago que puede crear a voluntad utilizando la doble fuerza de la polaridad. Se precisa en este caso, no de una profunda reflexión, sino de un estar atentos al proceso. ¿Cuántas veces se han sentido invadidos por una sensación de paz, de quietud o de silencio desconocidos, sin poder explicarse razonablemente las causas? Y si se preguntan, el milagro se desvanece, la paz desaparece. Esta sensación de quietud viene provocada por un estado psicológico de distensión que logra un punto de quietud, un centro de paz dentro de ustedes mismos, en donde, siquiera transitoriamente, se han librado de la polaridad. Les aconsejo que si algún día sienten esta paz, esta plenitud insospechada e insospechable, si sienten este momento de silencio inaudito que barre las fronteras de la mente y va más allá del
corazón..."
Vicent Beltran Anglada